Crecí escuchando las historias de los grandes conquistadores españoles y, a pesar de saber que en los tiempos de corrección política que vivimos no están precisamente de moda, yo sigo admirando profundamente a aquellos hombres y mujeres que, con sus luces y sus sombras, consiguieron lo que consiguieron.
Uno de mis momentos favoritos es la Quema de las Naves que Hernán Cortés llevó de Cuba a Veracruz en agosto de 1519. Según parece, es una leyenda romántica inventada más tarde, pero la verdad histórica o la invención de este episodio no es el objeto de esta publicación, sino su simbología. Quemar las naves significa que no hay vuelta atrás, que el único camino posible es seguir avanzando, cueste lo que cueste, caiga quien caiga. Y esa certeza se convierte en la gran motivación que hace que sigas adelante.
Por supuesto no voy a compararme con esos hombres y mujeres y sus grandes gestas. Mi historia es intrascendente, no tiene importancia más allá de lo que a mí afecta, pero para mí supone un esfuerzo, una pelea diaria. Cuando hace un par de meses decidí que si quería recuperarme de mi lesión de rodilla debía perder peso sabía que no iba a ser fácil, pero también sabía que ese era el camino, que por mucho que fortaleciese musculatura, fuese al fisio y demás no conseguiría nada sin adelgazar. Así que busqué ayuda profesional y me puse a ello... y la “cosa” va genial.
Hace algunos días saqué toda la ropa que he tenido guardada durante años y que, ahora sí, podía ponerme. También saqué alguna de la que usaba hasta ahora para ver qué tal y, para mí sorpresa, me quedaba tan grande que no podía usarla. Soy una persona que lo guarda todo, pero esta vez decidí que iba a deshacerme de todo aquello. Sentí que era momento de abandonar la seguridad que simbolizaban, que era el momento de seguir adelante sin mirar atrás, que era el momento de quemar mis naves. Así que eso hice. Espero haber tomado la decisión correcta.
PD:
aprovecho para dar las gracias Vanesa Hidalgo, mi nutricionista-acupuntora. Sin sus conocimientos, sus consejos, no estaría
alcanzando mis objetivos.
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