Impresiones: Luis Monroy vuelve a su ciudad natal, Jerez de los Caballeros, tras unos años de cautiverio en Estambul. Aunque es bien recibido por su familia pronto la relación con su hermano mayor, quien perdió una guerra combatiendo y ahora se encarga de la hacienda familiar, se deteriora. Luis le afea su comportamiento, típico de un fanfarrón alcohólico, un hombre amargado por su discapacidad.
Luis recibe una carta de la Órden de Alcántara en la que se le invita a unirse a ellos. Acepta la invitación, entre otras cosas porque es un segundón al que no le quedan muchas alternativas, y se marcha a Alcántara, donde realiza el noviciado. Estando allí, Luis es llamado al servicio del Rey, Felipe II, que le encomienda una misión: retornar a tierras turcas e intentar que un rico judío sefardí vuelva a tierras cristianas. Para ello se convertirá en un mercader de telas y, acompañado de un impulsivo Caballero de la Orden de Malta, Juan Barelli,y de un extremeño experto en telas de nombre Hipacio, parte hacia la Sublime Puerta previo paso por Venecia.
En Estambul, el Caballero de Alcántara recupera las amistades que hizo en su cautiverio y, usándolas para hacer otras nuevas, poco a poco se infliltra hasta llegar a José Nasí, el judío al que debe hacerle su propuesta.
Estos son, a grosso modo, los hechos narrados en El Caballero de Alcántara, segunda novela que leo de este autor. La novela es amena aunque va de más a menos, decayendo un poco al final. Como en todas las obras de este autor, se nota que hay un gran trabajo de documentación detrás.
La novela me ha gustado, es entretenida e instructiva, aunque, como he señalado previamente, el final no es tan vibrante como el principio. Las notas históricas finales son realmente pedagógicas y ayudan mucho a comprender mejor el texto.
Sinopsis: En el infausto año de 1568, Felipe II vive el momento más arduo de su reinado: en julio muere en Segovia su hijo, el príncipe Carlos, heredero del trono, y poco después su esposa Isabel de Valois. Los conflictos en Flandes crecen, los turcos amenazan el Mediterráneo, los moriscos de Granada se rebelan y todo parece ir a peor. Pero el monarca está dispuesto a afrontar los problemas del reino. Prevenido gracias a sus diestros secretarios, pone en práctica su mejor arma secreta: una red de espionaje como nunca ha conocido Estado alguno. Pero no puede fiarse siquiera de su avezado cuerpo diplomático. Los agentes dobles abundan y el peor enemigo, el Gran Turco, dispone a su vez de hábiles informadores. Su Majestad decide entonces acudir a las Ordenes Militares para echar mano de sus nobles y leales miembros: monjes guerreros juramentados que se mantendrán fieles en los mayores peligros.
Fuente de la sinopsis: casadellibro.com
El autor: Jesús Sánchez Adalid, extremeño, de Villanueva de la Serena (Badajoz). Se licenció en Derecho por la Universidad de Extremadura y realizó los cursos de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció de juez durante dos años, tras los cuales estudió Filosofía y Teología. Sacerdote católico, ejerce en la parroquia de San José de Mérida.
Es académico de número de la real Academia de las Artes y las Letras de Extremadura y dirige la biblioteca de dicha institución. Además, ejerce como profesor de Ética en el Centro Universitario Santa Ana de Almendralejo, adscrito a la Universidad de Extremadura.
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Luis recibe una carta de la Órden de Alcántara en la que se le invita a unirse a ellos. Acepta la invitación, entre otras cosas porque es un segundón al que no le quedan muchas alternativas, y se marcha a Alcántara, donde realiza el noviciado. Estando allí, Luis es llamado al servicio del Rey, Felipe II, que le encomienda una misión: retornar a tierras turcas e intentar que un rico judío sefardí vuelva a tierras cristianas. Para ello se convertirá en un mercader de telas y, acompañado de un impulsivo Caballero de la Orden de Malta, Juan Barelli,y de un extremeño experto en telas de nombre Hipacio, parte hacia la Sublime Puerta previo paso por Venecia.
En Estambul, el Caballero de Alcántara recupera las amistades que hizo en su cautiverio y, usándolas para hacer otras nuevas, poco a poco se infliltra hasta llegar a José Nasí, el judío al que debe hacerle su propuesta.
Estos son, a grosso modo, los hechos narrados en El Caballero de Alcántara, segunda novela que leo de este autor. La novela es amena aunque va de más a menos, decayendo un poco al final. Como en todas las obras de este autor, se nota que hay un gran trabajo de documentación detrás.
La novela me ha gustado, es entretenida e instructiva, aunque, como he señalado previamente, el final no es tan vibrante como el principio. Las notas históricas finales son realmente pedagógicas y ayudan mucho a comprender mejor el texto.
Sinopsis: En el infausto año de 1568, Felipe II vive el momento más arduo de su reinado: en julio muere en Segovia su hijo, el príncipe Carlos, heredero del trono, y poco después su esposa Isabel de Valois. Los conflictos en Flandes crecen, los turcos amenazan el Mediterráneo, los moriscos de Granada se rebelan y todo parece ir a peor. Pero el monarca está dispuesto a afrontar los problemas del reino. Prevenido gracias a sus diestros secretarios, pone en práctica su mejor arma secreta: una red de espionaje como nunca ha conocido Estado alguno. Pero no puede fiarse siquiera de su avezado cuerpo diplomático. Los agentes dobles abundan y el peor enemigo, el Gran Turco, dispone a su vez de hábiles informadores. Su Majestad decide entonces acudir a las Ordenes Militares para echar mano de sus nobles y leales miembros: monjes guerreros juramentados que se mantendrán fieles en los mayores peligros.
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Es académico de número de la real Academia de las Artes y las Letras de Extremadura y dirige la biblioteca de dicha institución. Además, ejerce como profesor de Ética en el Centro Universitario Santa Ana de Almendralejo, adscrito a la Universidad de Extremadura.
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El Caballero de Alcántara (Jesús Sánchez Adalid)
Reviewed by jomolo112
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mayo 24, 2019
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