El "cristianismo" de Trump

Puedo no ser el más "cumplidor" de los católicos, pero eso no hace que no me sienta como tal. Como cristiano que soy, me llama mucho la atención el uso que hacen los presidentes americanos de la Biblia, el libro sagrado que todos compartimos. 

Hace unos días vimos al Sr. Trump posando en la puerta de  iglesia episcopaliana de San Juan (conocida como "Capilla de los Presidentes" ya que es el sitio donde los presidentes rezan), situada a escasos metros de la Casa Blanca, con una Biblia en la mano. La capilla había sido dañada durante los disturbios que habían tenido lugar el día anterior como consecuencia de las protestas por la muerte de George Floyd... y allí se fue el "vaquero Trump", con una Biblia en la mano y, como diría la madre del Sheldon Cooper, la pistola en la otra (aunque a él no le haga falta ir armado, para eso está el Servicio Secreto)... 

En fin, allí estaba el "Gran Rubio" haciendo ostensión pública de su supuesta Biblia, enviando un mensaje a su público. ¿Qué mensaje? ¿Un mensaje de humildad "franciscana"? (uy no,  que este señor es evangélico y no reconoce a los santos católicos) ¿De perdón? ¿De reconciliación? Nada de eso, todo lo contrario. El mensaje que envía es pura "chulería", puro desafío. Entonces ¿qué pinta la Biblia, nuestro libro sagrado, en manos del Sr. Presidente? No tengo una respuesta para esa pregunta. Solo sé que esa imagen únicamente puede darse en Estados Unidos, un país creado sobre la base de un cristianismo entendido de una forma muy "especial".

A mí, como cristiano, esa imagen me molesta profundamente. No me gusta ver el libro que contiene el mensaje más maravilloso que he oído jamás en manos del hombre que personifica todo lo malo de Estados Unidos. Si pudiera le diría que dejase de ser tan "piadoso" y empezase a aplicar lo que lee, "supuestamente", en ese libro que tanto le gusta enseñar. Quizás, solo quizás, se acaben sus problemas y los de otra mucha gente.