Impresiones: Years and Years es una distopía, aunque demasiado cercana. Un gran número de los sucesos que se narran en esta miniserie inglesa nos suenan, están pasando hoy día, podemos reconocerlos. Los cambios tecnológicos, la manera en que han cambiado nuestro modo de relacionarnos, los populismos, la crisis de los refugiados, las fake news, el cambio climático, el tranhumanismo... ¿sigo?
Desde luego, los creadores de esta historia familiar que abarca quince años lo han clavado. Este es el gran mérito de la serie, que refleja una sociedad que aún no ha tenido lugar pero que es muy posible a la vista de los acontecimientos actuales.
Es muy curioso el punto al que llega la despersonalización. Vivimos en un mundo hiperconectado pero totalmente despersonalizado, lo virtual por encima de lo real. El dinero no existe, solo son cifras en la nube, nada lo respalda, y nos pasamos la vida mirando pantallas (curiosa escena en la todos los niños están sentados juntos en casa de la abuela, tienen la tele puesta y se supone que la están viendo, pero no es así, cada uno tiene un móvil en la mano, cada uno lo mira, no hablan entre ellos, no ven la tele juntos, están sentados uno al lado del otro, pero cada uno está en un sitio diferente. ¿Cuántas veces vemos esta escena a diario?)... Una de las hijas, la transhumana, representa esta tendencia. Me encanta la escena en que los padres se preguntan por qué su hija es así, y la madre le dice al padre que ha sido culpa suya, que la han rodeado de pantallas desde pequeña... ahí lo dejo...
* la transhumanista es un producto gubernamental. Ellos le pagan los implantes, pero claro, nada es gratis. Lo hacen para convertirla en una especie de espía a su servicio.
* me llamó mucho la atención como narran la muerte de la televisión. Ya no la necesitan, lo ven todo en el ordenador, en el móvil, en la tablet. Al final, cierran la BBC (aunque vuelven a abrirla 😉). Se acabó el acto social de sentarse todos juntos a ver la televisión, ya pasó con la radio, y ahora le toca a la tele (en mi casa es así, solo tenemos una tele, pero no hace falta, mi mujer tiene su tablet, yo la mía, y cada uno ve sus cosas... "joooder")
"El hombre que perdió un millón de libras" representa el fracaso de la economía actual. Gana su dinero especulando, y lo pierde por la especulación de otros. La banca se hunde, y él con ella. Así entra en el nuevo mercado laboral, un mercado en el que personas hiperpreparadas consiguen "trabajos de mierda", mal pagados, sin seguros sociales ni vacaciones, algo que también está pasando ahora, ¿o no? ¿Cuántos derechos sociales, cuántas "ventajas", hemos perdido los "curritos"?
Está claro que la única manera de sobrevivir es ser funcionario, trabajar para el gobierno como lo hace David Lyons. Su muerte es muy simbólica ya que se hunde junto a inmigrantes, uno de los momentos más dramáticos de la historia y que trae muchas consecuencias a la familia.
El tema de la inmigración ilegal está muy bien descrito. Mafias, barcos abarrotados, playas llenas de cadáveres... desgraciadamente en España esto nos suena...
Emma Thompson es Vivienne Rook. |
La política también está muy presente en Years and Years. Se narra el ascenso del partido Cuatro Estrellas (un nombre muy parecido al del movimiento italiano "Cinco Estrellas), un partido populista, basado en un líder que dice barbaridades, hace el payaso en la tele, o lo que haga falta con tal de arañar un voto (muy Trump). Poses de dictadora que llega al poder aprovechando que los partidos tradicionales están agotados y no se ponen de acuerdo. Ella usa las ventajas que le da el sistema, así que llega al poder con solo quince diputados. Una locura, pero así es la democracia. ¿O acaso en España mandan el PSOE o el PP? No señor, mandan los partidos minoritarios, los que tienen los cuatro o cinco votos que necesitan los "grandes" para conseguir sus mayorías. ¿Pero eso es realmente así? Hay una escena en la que la Sra Rook y Stephen Lyons se encuentran por casualidad y él le dice que por qué no se va, por qué no lo deja. Ella le contesta que no puede, que la matarían si lo hiciera, sugiriendo que hay un poder por encima de ella. ¿quién son? no lo sabemos, pero todos lo intuimos ¿no?
* ¡Qué coincidencia! El mismo día en que Dani se ahoga, la populista Vivienne Rook se convierte en Primera Ministra.
* Es "gracioso" como ven a España, la "España Socialista" que se convierte en un buen sitio para los refugiados, pero que también "se va a la mierda". La Spanish Revolution lleva al país al caos y al poder a la extrema izquierda, que automáticamente empieza a aplicar políticas de extrema derecha (ya se sabe, los extremos se tocan).
Aún así, al final, el hermano mayor, tras su paso por la cárcel, se va a vivir a Barcelona. Supongo que no es un mal sitio dónde vivir.
* Todo lo pasado se repite. Los centros Otrora (nombre muy simbólico, un cultismo que significa "En un tiempo pasado indeterminado que queda lejano del momento del cual se habla; generalmente contrapone la situación descrita con otra situación anterior") son centros de concentración, campos de exterminio, como los que montaron los nazis... error, como los que montaron los británicos, que fueron los primeros en tener este tipo de centros. Lo hicieron en el Siglo XIX, en la Guerra de los Boers. Pero de eso ya no nos acordamos, ellos ganaron y ya se sabe que los ganadores son estupendos ocultando la verdad.
Las fake news también están presentes en la serie, así como las "teorías de la conspiración". La gente cuestiona los hechos históricos, en este caso no se creen el bombardeo de la isla china por los americanos. Eso también pasa ya ¿no?. "De ahí a convertirte en un terraplanista solo hay un paso" (eso se lo dice Daniel a su marido)... curioso.
Otra aspecto a destacar es el tema de la comida. Nada es lo que parece ser, sabe a pero no lo es... más artificialidad, más mundo virtual. Las cosas están hechas para parecer, pero no lo son... ¡Qué asco! Pero ya está pasando ¿no?
La mejor escena de la serie, capítulo 6, la "última cena", son doce a la mesa. Y la abuela, ese personaje tan importante, el pegamento que, junto a una casa no muy cuidada pero que aún permanece en pie, mantiene unida a esta dispar familia. Y sí, tiene razón, todos somos culpables...
En fin, Years and Years es la crónica de la descomposición de un país, de una sociedad, la occidental, basada en lo virtual, que muere poco a poco. Es una distopía demasiado cercana, en la que reconocemos elementos que ya estamos viviendo. Por eso es tan perturbadora. Populismos emergentes que dominan el sistema con un puñado de votos, democracias débiles, ideologías de género cada vez más confusas, dictaduras de lo políticamente correcto, dinero virtual que solo existe en un ordenador, personas hipercualificadas en malos trabajos... ¿suena no? ¿Qué mundo van a vivir mis hijos?... ¡ufff!
En fin, Years and Years es la crónica de la descomposición de un país, de una sociedad, la occidental, basada en lo virtual, que muere poco a poco. Es una distopía demasiado cercana, en la que reconocemos elementos que ya estamos viviendo. Por eso es tan perturbadora. Populismos emergentes que dominan el sistema con un puñado de votos, democracias débiles, ideologías de género cada vez más confusas, dictaduras de lo políticamente correcto, dinero virtual que solo existe en un ordenador, personas hipercualificadas en malos trabajos... ¿suena no? ¿Qué mundo van a vivir mis hijos?... ¡ufff!
Russell T. Davies
Murray Gold
Tony Slater Ling, Stephen Murphy
Coproducción Reino Unido-Estados Unidos-Francia; BBC One / Home Box Office (HBO) / Canal+ / Red Production Company
Fuente: https://www.filmaffinity.com
Years and Years
Reviewed by jomolo112
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agosto 30, 2019
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