Y, como quien no quiere la cosa estamos en noviembre, y con el otoño ha llegado la tan temida segunda ola, y con ella un nuevo confinamiento, más suave, pero confinamiento al fin y al cabo.
Aunque cada vez lo consigo menos, intento seguir “fiándome” del buen criterio de nuestros dirigentes, más por “comodidad” (uso esta palabra por que no se me ocurre otra mejor para definir mi estado) que por verdadera convicción. La verdad es que, visto lo visto, confiar en este gobierno es un ejercicio de fe que está fuera de mi alcance. En fin...
Este segundo estado de alarma es realmente peculiar. El gobierno de España le ha largado “el marrón” a las comunidades autónomas, por lo que en vez de tener un liderazgo fuerte y remar todos en una única dirección, tenemos diecinueve (diecisiete comunidades más dos ciudades autónomas) timoneles, cada uno dirigiendo a su embarcación hacia donde Dios le da a entender. Desde luego la jugada de nuestro ínclito presidente es perfecta: ahí lo lleváis, si sale bien estupendo, si no sale bien la culpa es vuestra. ¡De traca!
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| (Imagen. abc.es) |
Así nos encontramos con cosas tan divertidas como que Madrid no cierre su perímetro (o lo cierre por días), pero si lo hagan Castilla-La Mancha y Castilla-León, o que un andaluz pueda ir a Extremadura y un extremeño a Portugal, pero un extremeño no pueda entrar en Andalucía. 😞
Pero no nos vayamos a esos niveles. Bajemos a nuestros pueblos. Los confinamientos perimetrales en el término municipal producen situaciones tan "divertidas" como que un vecino de Nueva Sevilla tenga que ir al supermercado al centro comercial Airesur, teniendo uno en su barrio que, oh fortuna, cae en término municipal de Bormujos. O que un vecino de Tomares pueda ir a Leroy Merlín, pero no a Hipercor, que está justo enfrente pero pertenece a San Juan. Y así, hasta el infinito y más allá...
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| (En la imagen, Hitler y sus generales estudiando la manera de comprar en el Hipercor siendo de Tomares) |
Cuando la política marca tanto la gestión de una emergencia como lo está haciendo en esta pandemia pasan estas cosas. En fin, un despropósito. Así nos va...
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