A vueltas con el sesgo de confirmación

(imagen: https://adolforamirez.es/)

Las redes sociales, como internet antes, la energía nuclear, o los bocatas de calamares, son un arma poderosa que, cada en su ámbito y tiempo, han cambiado el mundo.

El teléfono móvil primero, y las redes sociales después, han transformado la sociedad en la que vivimos. Pero como el ser humano es como es, la transformación ha sido, en mi opinión, más bien negativa. Hemos abierto la Caja de Pandora y convertido este gran avance en el mundo de la comunicación en algo que puede hacer mucho daño. Así, las redes sociales se han convertido en una jungla en la que es tan peligroso adentrarse como en la selva del Amazonas.

Una de las cosas que más me llaman la atención de las relacionadas directamente con las redes sociales es el conocido SESGO DE CONFIRMACIÓN que es, según Wikipedia, "la tendencia a favorecer, buscar, interpretar, y recordar, la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas", es decir, todo lo que confirma lo que ya pienso, sin plantearme si es cierto o no,  lo creo, lo que no lo desecho. Así hemos pasado de buscar información, conocimiento, a buscar alguien que confirme lo que "traemos de fábrica", lo que ya creemos saber. 

Esto puede parecer baladí, pero no lo es, básicamente por que dejamos de ser entes pensantes, críticos, dispuestos a corregir nuestros postulados iniciales si alguien nos demuestra que son erróneos, para convertirnos en meros buscadores de seguridad. Así, nos ponemos en manos de una supuesta "autoridad" de las muchas que campan a sus anchas por las redes sociales y la creemos sin más. 

Y la gran pregunta es ¿quién es la autoridad que valida lo que ya creemos? ¿Soy  yo? ¿eres tú? ¿quién? ¿un político? ¿un publicista? Sea quien sea, tendrá unos objetivos, ¿cuáles son? ¿qué quiere conseguir?

Renunciar al pensamiento crítico en aras de la seguridad es un gran error. Supone un retroceso en la evolución social humana, y que dicho retroceso se haya visto favorecido por un avance tecnológico como han sido las redes sociales es, cuando menos, contradictorio. Internet, las redes sociales, que nacieron para favorecer el intercambio de información, el contacto, etc, estén haciendo justo lo contrario. En fin... otra caja de Pandora abierta.