Impresiones: Segunda entrega de la saga de Artafi que yo estoy leyendo de una manera un tanto peculiar (empecé por la novela que cierra la trilogía, Dólmen, y la finalizaré leyendo la primera).
En esta entrega Manuel Pimentel se centra más en la aventura y no tanto en la divulgación “arqueológica”. Aún así, La Ruta de las Caravanas es una novela llena de información sobre Al-Andalus y sus múltiples conexiones con África. Nos presenta personajes, sobre todo exploradores del Siglo XIX o viajeros andalusies, y nos cuenta sus historias, bonita forma de darnos a conocer a las personas que acabaron con los espacios en blanco de los mapas.
El concepto de “genocidio cultural ” planea sobre toda la obra. Los “reconquistadores” se afanaron en acabar con todo rastro de cultura musulmana, una auténtica pena puesto que se “cargaron” un legado de 700 años. Según Pimentel, los andalusíes son tan nuestros como lo son los cristianos, o lo fueron los pueblos anteriores (tartésicos, romanos, visigodos… y todo el que haya hollado el suelo de esta bendita tierra). Entonces, ¿por qué renegar de nuestra herencia musulmana y no de nuestra herencia romana, o turdetana, o visigótica…?. Los andalusíes son los hispano-godos que, por diversos motivos, abandonaron sus creencias cristianas y se convirtieron a la religión de Mahoma. Por tanto, la población de Al-Andalus es, en su mayoría, población autóctona.
* En la obra subyace un cierto victimismo. Los andaluces somos un pueblo amable, pacífico, y por eso siempre hemos sido vencidos, por eso siempre nos han conquistado.
Artafi, durante sus peripecias en el desierto, se va encontrando con toda la “fauna humana” que lo puebla, tribus diversas que “llenan” esa vacía inmensidad, gente que sufre la influencia externa, que no siempre es positiva:
- Golfo Pérsico: su dinero, que se convierte en islamismo radical, además de ser el principal cliente de la venta de manuscritos.
- Occidente: su intervencionismo político, sus divisiones artificiales de los países, etc, es percibida como una humillación por la población africana, que acaba rechazando todo lo que huela a occidental.
* ¿Quién acabó con las caravanas y su cultura? Como no, la ruta murió por la competencia que le hacian las rutas marítimas abiertas por Portugal, más rápidas y seguras.
A pesar de todo, los africanos aún no han perdido su conexión con la tierra. algo que se refleja en las noches de música y fiesta pasadas en las dunas. Artafi no termina de conectar con la tierra, no así sus “amigas” inglesas, que lo hacen desde el momento en que llegan. Sin embargo, eso cambia con la aparición de Akil, el jefe tuareg con el que Artafi tiene una aventura sexual. Su “salvajismo”, su forma de vida tradicional, a la que se aferra, la seduce. Artafi acaba conectándose a África gracias al tuareg.
Las bibliotecas simbolizan al Islam moderado, su cultura. El hecho de que muchos manuscritos andalusies se estén salvando gracias al dinero que llega de Europa es un símbolo de la “unión de civilizaciones”. Frente al integrismo y los dólares que llegan de Arabia Saudí, moderación y euros. El islam moderado no es el peligro, sí lo es es radical, ese que se aprovecha de la pobreza y el descontento para extenderse.
En resumen, La Ruta de las Caravanas es una entretenida novela que reivindica el pasado andalusí de España y su conexión con África. Denuncia el genocidio cultural cometido por los cristianos que “conquistaron las tierras de moros”, que borró todo rastro de cultura islámica de España y nos hizo pensar en los “moros” como extranjeros que había que echa de vuelta al mar. Es una novela que pretende hacernos tomar conciencia de que la población expulsada era tan “española” como la que permaneció ya que, en origen, eran los descendientes de los hispanos-visigodos.
Sinopsis: Un erudito de Tombuctú, Aziz, viaja a España en busca de ayuda para salvar la fabulosa biblioteca de manuscritos que sus antepasados han logrado conservar milagrosamente a través de los siglos. Artafi, una joven arqueólogo, se dispone ayudarle en la tarea. Inexplicablemente, Aziz debe regresar con urgencia a Tombuctú y Artafi, sin esperarlo, se ve sumergidsa en una vertiginosa investigación que le llevará a través del desierto del Sahara, de las antiguas rutas caravaneras y de las ciudades perdidas de Mauritania hasta la Curva del Níger, una de las zonas más hermosas y enigmáticas del planeta.Mientras esto ocurre decenas de organizaciones de jóvenes musulmanes sueñan con recuperar las grandezas del Islam y la memoria de Al-andaluz. Un Al-andalus del que Artafi desconoce casi todo, y que va descubriendo a medida que profundiza en el misterio de la desaparición de los manuscritos.
El autor: Manuel Pimentel Siles (Sevilla, 1961) ha publicado las novelas Peñalaja; Monteluz; Puerta de Indias; La Ruta de las Caravanas; El Librero de la Atlántida; El Arquitecto de Tombuctú; El decálogo del Caminante; y El sabio enamorado y el jardín del Califa. También es autor de varios ensayos entre los que destacan El Talento; El Manual del editor; El Libro de la Escritura Vital; Blas Infante. Andalucía, Teoría y Fundamento Político; Resolución de Conflictos; Tombuctú, andalusíes en la ciudad perdida del Sáhara así como Escuela de Oratoria. También tiene publicados libros de relatos como Leyendas de Tartessos; Leyendas de Medina Azahara; El autobús verde y blanco o La Yurta. Es editor y director del programa Arqueomanía, en TVE.
Fuente: casadellibro.com
La Ruta de las Caravanas (Manuel Pimentel)
Reviewed by jomolo112
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mayo 05, 2019
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