Impresiones: una fotógrafa inglesa afincada en Nueva York vuelve a Londres, lugar donde se crió, para enterrar a su padre, el rabino de una comunidad ortodoxa judía. Allí se reencontrará con una amiga de la infancia, con la que tuvo una relación lésbica y que ahora está casada con el hombre que posiblemente se convierta en el nuevo rabino de la comunidad.
El reencuentro entre las dos mujeres las lleva a revivir la antigua pasión y las pone en un punto en el que deben elegir: desafiar las estrictas normas del judaismo ortodoxo o vivir su relación en libertad.
La historia no es nueva. Se trata de la lucha contra la normas que la sociedad, la que sea, impone. El punto original de esta historia es que la parte más oprimida, en este caso la que se quedó dentro de la comunidad ortodixa, se muestra más activa que la que en su momento huyó. Así Esti, el papel interpretado por Rachel McAdams, es la que siempre da el primer paso. Su decisión final, tomada ya en libertad, sorprende, y nos muestra la valentía del personaje. También es valiente su marido, que demuestra ser un gran hombre.
La película es un tanto fría, fiel reflejo de las relaciones que se describen. Esa frialdad se refleja perfectamente en las visitas que Ronit hace al cementerio, su soledad, su comportamiento ante aquel túmulo, te calan hasta los huesos.
Disobedience me ha gustado, sobre todo porque me ha recordado que el camino hacia la libertad comienza con un primer paso: la desobediencia.
El reencuentro entre las dos mujeres las lleva a revivir la antigua pasión y las pone en un punto en el que deben elegir: desafiar las estrictas normas del judaismo ortodoxo o vivir su relación en libertad.
La historia no es nueva. Se trata de la lucha contra la normas que la sociedad, la que sea, impone. El punto original de esta historia es que la parte más oprimida, en este caso la que se quedó dentro de la comunidad ortodixa, se muestra más activa que la que en su momento huyó. Así Esti, el papel interpretado por Rachel McAdams, es la que siempre da el primer paso. Su decisión final, tomada ya en libertad, sorprende, y nos muestra la valentía del personaje. También es valiente su marido, que demuestra ser un gran hombre.
La película es un tanto fría, fiel reflejo de las relaciones que se describen. Esa frialdad se refleja perfectamente en las visitas que Ronit hace al cementerio, su soledad, su comportamiento ante aquel túmulo, te calan hasta los huesos.
Disobedience me ha gustado, sobre todo porque me ha recordado que el camino hacia la libertad comienza con un primer paso: la desobediencia.
- Título original: Disobedience
- Año: 2017
- Duración: 114 min.
- País: Reino Unido
- Dirección: Sebastián Lelio
- Guion: Sebastián Lelio, Rebecca Lenkiewicz (Novela: Naomi Alderman)
- Música: Mathew Herbert
- Fotografía: Danny Cohen
- Reparto: Rachel Weisz, Rachel McAdams, David Olawale Ayinde, Mark Stobbart, Cara Horgan, Sophia Brown, Lasco Atkins, Bernardo Santos, Dominic Applewhite, Omri Rose, Liza Sadovy, Dave Simon, Trevor Allan Davies, Cristian Lazar
- Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos-Irlanda; Braven Films / Element Pictures / Film 4
- Género: Romance. Drama | Drama romántico. Homosexualidad. Religión
- Web oficial: https://www.netflix.com/title/80208464
- Sinopsis: Una mujer que se crió en una familia ortodoxa judía regresa a su hogar con motivo de la muerte de su padre, un rabino. La controversia no tardará en aparecer cuando comienza a mostrar interés por una vieja amiga de la infancia.
Fuente: filmaffinity.com
Disobedience
Reviewed by jomolo112
on
abril 13, 2020
Rating:
Pues...eso a saltarse las normas...el camino a la libertad...
ResponderEliminarefectivamente, saltarse las normas es el camino hacia la libertad... pero no hay que saltarse las normas por que sí... las normas se saltan tras un proceso de maduración y de decisión personal... por ejemplo, en esta película Esti elige no saltarse las normas, pero esa elección es algo personal, no impuesto... creo que para ella la libertad es poder elegir, y ella elige seguir dentro de su comunidad...
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