Cura de humildad


La pandemia provocada por el "coronavirus", el "bicho" para  los amigos, está siendo una cura de humildad para muchos de nosotros, cada uno a nuestro nivel.

A nivel del ser humano como  colectivo, como "raza" (que poco me gusta esa palabra), el bicho nos ha recordado lo vulnerables que somos. A pesar de los grandes avances científicos y tecnológicos, de vivir en la era digital, a pesar de nuestra inteligencia en la que tanto confiamos, el bicho, un virus, una de las formas de vida más simples, nos ha parado en seco, nos ha puesto contra las cuerdas, nos ha recordado que aquí no mandamos nosotros. La "Madre Tierra", la naturaleza, nos está hablando, nos está mandando un mensaje que no somos capaces de descifrar. Nuestra falta de humildad nos lo impide. 

Como sociedad, el bicho está poniendo en entredicho nuestros valores "capitalistas". Nos está mostrando que no podemos seguir valorando a las personas por lo que ganan, por lo que tienen. Nos hemos dado cuenta de que una cajera es más importante para nuestra vida que un deportista profesional, que un auxiliar de enfermería de cualquier centro de mayores es más importante que un político, que un camionero, o un agricultor, es más importante que un alto ejecutivo... y así podríamos seguir, hasta el infinito y más allá.

Además de lo expuesto, hay otro factor que el bicho está poniendo en entredicho. Nuestra sociedad se basa, cada vez más, en el individualismo, en la competencia malsana, en triunfar cueste lo que cueste, a costa de lo que sea. Pero ¿cómo podemos sobrevivir a esta pandemia solos, cómo podemos luchar sin el resto de la tribu? ¿serás capaz de vencerlo sin el sanitario que te cuida cuando enfermas, sin los cuerpos de seguridad que velan por que se hagan la cosas de la mejor forma posible, sin el camionero que se encarga de que nada te falte, sin el reponedor, el cajero, el frutero de tu barrio...? Somos un equipo y nadie vale nada sin el resto, sin ese vecino que te tira la basura, o te trae la compra, o intercambia unas palabras contigo cuando sales a aplaudir cada día.

Desgraciadamente cuando venzamos al bicho nuestra soberbia hará que olvidemos todas las lecciones que deberíamos estar aprendiendo. Cuando esto acabe volveremos a explotar los recursos del planeta, volveremos a pagar 100€ por la última camiseta de Messi, o lo que nos pidan por las últimas zapatillas de Lebron James, y las cajeras, los empleados de las limpieza, las auxiliares, los camioneros, volverán a ser los últimos en el escalafón... y no habremos aprendido nada. Ojalá me equivoque y esta pandemia nos haga reflexionar y, en consecuencia, cambiar algunas cosas.

* Una de mis lecturas de este periodo de confinamiento ha sido Guerra Mundial Z, de Max Brooks (reseña disponible aquí). Sí, ya sé, solo a un "friki" se le podía ocurrir leer una novela sobre una pandemia mundial en medio de una pandemia mundial. El caso es que en la novela  hay una parte en la que se describe como los supervivientes son clasificados en función de sus habilidades, de lo que podrán aportar al esfuerzo de guerra y a la reconstrucción. En esta clasificación las personas que saben hacer algo, ya fueran fontaneros, carpinteros, etc, están en una escala superior. Curioso ¿no?
Cura de humildad Cura de humildad Reviewed by jomolo112 on mayo 07, 2020 Rating: 5

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